UNA REFLEXIÓN SOBRE EL FOLK ANDALUZ
Conferencia-Audiovisual a cargo de José
Nieto y Jesús Barroso (de Andaraje)
12 de noviembre; 19.00 h
CENTRO DE FORMACIÓN
En el
principio era el Verbo, y el Verbo era Dios (Juan 1,1).
Así comienza
el evangelio de San Juan y así podemos comenzar la charla sobre la gestación
del movimiento folk en Andalucía y sus grupos pioneros, muchos de ellos
catalogables como “grandes olvidados”. Al comienzo fueron Ismael Peña y Joaquín
Díaz a mediados de los años sesenta del pasado siglo, produciéndose una
eclosión de grupos y solistas folk al final de esa década y comienzos de los
años setenta, que en Madrid tenía como grupos emblemáticos a Nuestro Pequeño
Mundo (1968) y Nuevo Mester de Juglaría (1969).
Muy pronto en
Andalucía aparecieron los primeros grupos de la tierra haciendo una música que
reivindicaba la música tradicional como valor universal, al principio
tímidamente para poco después desplegar una actividad mas que notable pese a no
tener detrás a las entonces poderosas discográficas (Movieplay y Philips
respectivamente). Entre 1971 y 1972 los grupos pioneros andaluces ya comenzaron
sus primeros conciertos, se trataba de Arboleda (Guadix), Camino de Santiago
(Úbeda) y Andaraje (Jódar), todos ellos, por cierto, de la Alta Andalucía, la
Andalucía Oriental, que durante muchos años impulsó la música de raíz del sur
de España.
Desde entonces
a la actualidad un gran número de grupos han trabajado, ejecutado, investigado
y reelaborado la música popular andaluza, desde diferentes ópticas y
tratamientos conceptuales y estéticos diversos, reivindicando el valor de la
cultura oral de los pueblos como una parte de nuestro patrimonio al que no solo no podemos permitirnos perder,
sino al que hay que proteger y cuidar.
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